A 10 años del grito que nos unió: “Ni Una Menos” volvió a resonar en Coronel Suárez

Este 3 de junio, a una década del grito colectivo que en 2015 marcó un antes y un después en la lucha contra la violencia de género en nuestro país, la comunidad de Coronel Suárez volvió a reunirse en la plaza San Martín para reafirmar un compromiso que sigue más vigente que nunca: “Ni Una Menos: Basta de feminicidios”.
Organizado por la Mesa Local Intersectorial y el Área de Políticas de Género del Municipio, el encuentro fue un espacio de reflexión y sensibilización, con la participación de sindicatos, instituciones educativas como el Instituto 48, organizaciones sociales y vecinos que se sumaron a la consigna con lecturas, poemas, palabras de lucha y memoria.
“El Estado es responsable”, fue una de las frases que se escuchó con fuerza durante la jornada. Porque si bien se han logrado avances, aún no es suficiente: en lo que va del año, ya se registran más de 100 femicidios en el país, y en Coronel Suárez se reciben más de 45 denuncias mensuales por situaciones de violencia por motivos de género.
“Esta lucha no puede pensarse sin otras que hoy nos convocan: son las jubiladas, las trabajadoras del Hospital Garrahan, son las madres de personas con discapacidad, es el colectivo LGTB, somos todas. Luchamos por la salud y la educación pública, y por un Estado que no propague la violencia”, expresó la licenciada Nerina Guarnieri, del Área de Políticas de Género.
“Decir que ‘nos queremos vivas’ es afirmar que necesitamos un sistema que nos incluya a todas, y que la justicia con perspectiva de género deje de ser una utopía; porque la indiferencia no nos define”.
A su turno, la licenciada en Psicología Melisa Welsh, también en representación del área, remarcó la necesidad de seguir construyendo políticas públicas con perspectiva de género.
Durante el acto, se realizó un emotivo encendido de velas en homenaje a las víctimas de femicidio y un apagón simbólico, al que se sumaron algunos comercios del centro de la ciudad, como forma de visibilizar la magnitud del problema y su impacto cotidiano.
El mensaje fue claro: las políticas de género son indispensables para garantizar la justicia social y erradicar las causas estructurales de la desigualdad.
Y mientras siga habiendo una mujer violentada, mientras haya una vida más arrebatada por el patriarcado, la lucha seguirá en las calles, en las plazas y en cada rincón donde se alce la voz de “Ni Una Menos”.